martes, 9 de junio de 2009

En la mira, de En la mira.

Meditaciones.

Por razones obvias tenía especial interés en ver el programa “En la mira” del lunes 08, “negociantes de la fe”, de Chilevisión, en horario prime, pero a la vez sospechaba que terminaría en lo que terminó, deprimente, periférico, inmensamente parcial, investigación periodística cero, albergaba la secreta esperanza que tocaran a los peces gordos de la religión y el dinero, pero nada, ni menos hacer la diferencia entre muchos obreros fieles y dedicados que han hecho del servicio al prójimo su vida.

Un simple mortal como yo, sabe que hay “pastores” en el mundo evangélico tiraos a obispos/profetas/apóstoles/patriarcas y un cuanto hay, en la cúspide de la pirámide religiosa que cortan entre 10 y 70 palos al mes y otros que mascan lauchas en ranchitas periféricas de la misma casa religiosa, que actúan con lógicas mafiosas en sus luchas intestinas por el poder y el dinero, mal que mal cualquier capillita tiene que diezmar al obispo, la carrera del todo vale por llegar a una iglesia que corte un palo al mes para arriba, le quita el sueño a varios.

Pensé que vería una radiografía a la médula de Iglesias que gastan inmensas sumas en si mismas para mantener la estructura solamente, que tapizan de cruces y calles con su totalitarismo sectario, apoyado por varias “autoridades de turno” , que tienen verdaderos imperios educacionales, edificios, templos, construcciones aledañas en las calles principales y plazas, perciben sumas siderales por concepto de arriendo, exentas de impuesto, motejadas de edificio religioso, que reciben la plata en sacos, en fiestas religiosas sadomasoquistas hiriéndose el cuerpo en supuestas mandas, que uno de los regidores de dichos santuarios, maneja un BMW, color palo rosa por las calles de Concepción, a lo mejor lo heredó, sería bueno saberlo, bajo la lupa de los negociantes de la fe.

Pero nada, reventaron a una añosa señora en una calle perdida de la comuna de Independencia en Santiago que se declaraba sanadora y como los cazafantasmas era cazadora de malos espíritus, ella y su tambaleante marido que balbuceaba ser pastor, la acosaron sin misericordia con un caso no probado que supuestamente habría causado la muerte de alguien al quitarle lo medicamentos, prometiéndole “sanidad divina”.

Pusieron a los “pare de sufrir”, tema ya sabido y tratado en otros programas, incluso olvidaron un video que circula por Internet de cómo vive su obispo mundial, Macedo en Brasil tapizado en mármol, habría sido interesante saber si el aceite que entregaban era de Israel o era de un ofertón de la calle Mei en Santiago, si las cruces sacrosantas se compraban por kilos made in China, si el manto de la descarga era de lino fino o de una baratela de patronato, no hubo seguimiento a los supuestos sanados, si realmente fueron liberados o el milagro se lo debemos a un momento de catarsis adrenalínico, todo quedó pendiente.

Una agrupación religiosa originada en el estado Utah en los EE.UU. que construye templos con estándares internacionales en lugares de pobreza que mas parecen una burla, con inmensas rejas intimidantes, parecen embajadas de países extranjeros, ¿de donde sacan el dinero? para construir templos en lugares carísimos, ¿quien los financia?, ¿como se financian?, ¿pueden justificar ingresos?, súmele un ejercito de misioneros que planchan Chile caminando.

Pero en “la mira”, se concentró en un “Jesús” encarnado con claras alteraciones mentales, que dirige el negocio desde Miami cuna de los religiosos top, hábil comerciante religioso carismático, que tiene prácticas tan inconsistente que caen por si mismas, se tatúan el 666, y lo explican con una jerigonza que nadie entiende, que celebran la navidad en el día que nació este vivaracho, todo es virtual, se hace omnipresente gracias a la tecnología.

Recordemos que lo peligroso no es lo obviamente malo [eso lo discierne cualquiera] sino lo aparentemente bueno, el disfraz dijo Jesús, la cizaña que parece trigo, lo lobos que se visten ovejas, los que se dicen hermanos pero en verdad son primos.

Si las iglesias no tiene nada que esconder por qué no muestran sus estados financieros y las propiedades que dicen tener, personal contratado, obras de caridad, el mismo evangelio nos dice que somos libros abiertos. Habría sido interesante saber la relación entre capacidad instalada, ingresos, personal y el servicio real que dicen realizar a las personas, parece que la mira de “En la mira”, estaba mal calibrada.


José Hernán.