jueves, 15 de diciembre de 2011

NAVIDAD AGRIDULCE.



Meditaciones.

De dulce y de agraz tiene la navidad, como la vida, que se condimenta de estos elementos, dos jóvenes de galilea vieron interrumpidos su proyecto de matrimonio con algo que los golpeó profundamente, María estaba embarazada, fecundación in Vitro de Dios, el cigoto, luego la división celular y el bebé, José su enamorado y novio en ese momento no lo pudo soportar y necesitó de un ángel que lo contuviera en su perturbación, María se arriesgaba que la apedrearan públicamente hasta morir, el adulterio en esos tiempos era castigado con la muerte, todo muy difícil de entender.

Herodes reinaba en Galilea, un indumeo que se había ganado ese titulo con su muñeca política entre los romanos, una especie de intendente, paranoico, carnicero, mató a dos de sus cuñados por mera sospecha, mató a su esposa y a dos de sus hijos, simplemente porque podrían constituirse en amenaza, no había día que alguien no fuera ejecutado, por eso cuando se sintió amenazado por la información de los sabios que iban en busca de la estrella, mando a matar a todos los niños de Belén y sus alrededores menores de dos años, dejando un reguero de sangre y dolor.

De ahí el exilio en Egipto de esta joven pareja José y María, con el niño de meses, seguramente con un matrimonio ceremonial a la rápida, de bruces con una cultura distinta, en un país extraño, por casi cuatro años, refugiados lejos de las garras de Herodes, hasta su muerte en el año 4 dC, cuando pudieron regresar a Palestina nuevamente, incertidumbre en el trabajo, sobrevivir en lo que sea, un lugar donde tirar los huesos, con lo mínimo, sin dinero, si José María y el pequeño Jesús, estuvieran en Santiago hoy pasarían un tiempo sentados al lado de la Catedral católica buena parte del día.

La navidad nos recuerda que el cristianismo no es una estructura ideológica, un reglamento, una serie de sentencias a obedecer en silencio, una larga lista repeticiones cantadas, el cristianismo es una persona, llamada Jesús, la Navidad es el acto de un Dios que se quiso revelar en una persona real como todos nosotros, vestido con todos los ropajes de ser humano como Ud. y yo, a merced de todas vicisitudes que todos pasamos en todo lugar, en palabras del sacerdote Zacarías nos presenta un Salvador del destino eterno como salvador de la vida cotidiana con sus ideas, enfoques y perspectivas nuevas propias de su nuevo orden de las cosas, llamado reino de Dios.

La gente no se equivoca cuando adorna sus casas de colores y luces en memoria de su nacimiento, debería ser un acto litúrgico adornar la casa en santa memoria a la persona que mas hace por nosotros, después de todo la razón de la navidad es Jesucristo.

José Hernán.

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