Meditaciones.
Gracias, que linda palabra es ésta, especialmente cuando conlleva un servicio noble, una mano extendida, un corazón abierto, una puerta que tiene bisagras, un espacio en el mesón al que se acogen los necesitados, los que por diversas razones no tienen donde recostar su cabeza.
Gracias a los que me han amado, a pesar de todo lo vivido, porque es fácil amar lo perfecto, no cuesta nada, Jesús dijo ¿qué tiene de nuevo amar a los que nos aman?, lo nuevo es amar al que te pisoteo sin asco.
Gracias a los que han soportado en silencio el dolor de ver al que debe ser ejemplo de casi todo, llegar a ser ejemplo de casi nada, y aún recuerdan momentos vividos en que juntos pintamos el cielo de esperanza, aunque hoy lo cubre una negra nube pasajera.
Gracias a los que me han defendido, aún sin comprender todo, y por sobre mis actos, se mantienen enfocados en la justicia, la verdad y la misericordia, a los que en un simple dialogo, han procurado hablar sobre los hechos y no sobre rumores.
Gracias a los que no se han olvidado de todo lo bueno que pudimos hacer cuando pudimos, en bien del prójimo, a los que han dicho, a sido duro el cáliz de tomar, pero no olvidaré lo importante que fue para mi cuando lo necesité.
Gracias a los que se han puesto la camiseta de Goeles-Salvadores como los del Antiguo Testamento, que protegían al condenado hasta llevarlo a la ciudad de refugio para que tuviera oportunidad de un juicio justo.
Gracias a los que han continuado en el camino, siguiendo al Maestro que no falla y por encima de nuestra humanidad caída continúan adelante, los que de verdad fueron bautizados en el nombre de Cristo y declararon ser leal a El por encima de nosotros, tan llenos de fragilidad pecaminosa.
Gracias a los que no se han olvidado de la "Mala" de esta historia, los que no le han dicho vete al exilio, los que no la han mirado como el instrumento satánico que saco al "santo" del ministerio, se han interesado en saber como está ella, sus hijos, si alguien no se los ha querido "secuestrar" para salvarlos de ella.
Gracias al los que al saber la noticia no rasgaron sus vestiduras como el Sumo Sacerdote y gritaron crucificale, a los que no dijeron golpeando su pecho gracias Señor porque no soy como aquel, sino que bajaron sus rostros conmocionados por la tristeza, tocados por el dolor del amor misericordioso y que aún se mantienen así.
Gracias a los que no se quedaron en las frases típicas: "estoy orando por usted", "he pensado toda la semana en usted", "estoy muy preocupado(a) por usted", sino que se pusieron manos a la obra aún en las cosas mas domesticas, para aliviar mi dolor, aunque sea un poco.
Gracias a Cristo que la sombra de su cruz nos da vida para seguir el camino y todavía no se separa de nosotros, sigue infundiendo paz en medio de la tormenta que nosotros mismo agitamos, al que ha sido el amigo, cuando la mayoría nos desprecia, al que ha sido la seguridad en medio de la incertidumbre, la esperanza en medio de la desesperanza, la fe en medio de la incredulidad, el amor en medio de tanta odiosidad, que "extraordinario", Cristo sigue firme al lado nuestro, aunque los religiosos no lo crean, eso es como dice el himno, "Gracia Admirable"...
José Hernán...