viernes, 15 de julio de 2011

LA FELICIDAD.


Meditaciones.

Dicen los estudios confiables que el promedio mundial de la felicidad son los 46 años, que entre mas se envejece se alcanza mayor bienestar, dicen que es como una especie de vuelta en U, a pesar del significativo declive físico, dicen que las personas tocarían fondo con la crisis de mediana edad en medio de un pasado que ya no pueden cambiar y con el futuro en sus narices con gran incertidumbre.

Economistas nada de lentos han decidido medir la felicidad en si misma en ciertos lugares del mundo. En el país de Bután por el ejemplo se mide la felicidad nacional bruta, preguntas como ¿tomando su vida como un todo como se siente?, ¿ayer se sintió feliz/contento/enfadado/ansioso?, tratan de responder la pregunta ¿qué hace feliz a la gente?.

Según el Diccionario de sinónimos y antónimos 2005 Espasa-Calpe: felicidad encontraría su sinónimo en: dicha, bienestar, suerte, prosperidad, ventura, fortuna, contento, alegría, bonanza, satisfacción, y sus antónimos en: desgracia e infelicidad.

Se estima que habría algunos factores que inciden en la felicidad de las personas se dice que es posible establecer el peso que tienen los distintos ámbitos de la vida en la felicidad de las personas. Esto se hace mediante correlaciones entre la felicidad de los individuos y la satisfacción con aspectos específicos como ser: La vida familiar, situación económica son los factores que mejor explican por qué alguna gente es más feliz que otra. Chile es el país donde más pesa el dinero. Los bolivianos son quienes le dan más importancia a la familia. Los peruanos son los que le dan más importancia al amor.

Cimagroup midió el nivel de felicidad de 6 países de la región considerando ámbitos de vida como: Vida familiar, Situación económica, vida amorosa, salud, trabajo, apariencia física, casa, tiempo libre, barrio donde vive, el país más feliz resultó ser Venezuela, seguido por Colombia, hacia el sur, la felicidad disminuye. Chile no está entre los países mas felices de Sudamérica.

Al comparar el porcentaje de personas que se consideran felices con el ingreso, se observa que la felicidad no tiene relación con la riqueza o el nivel de desarrollo de un país. El país más rico y el más pobre (Chile-US$12.000 per capita y Bolivia-US$ 2.400, per capita) tienen similares grados de felicidad; por otra parte, el país más feliz y el menos feliz (Venezuela y Perú) tienen un ingreso similar.

Dicen los de Cimagroup que después de medir la felicidad en 6 países y analizar comparativamente los resultados, se puede establecer un perfil de los chilenos: Chile tiene una felicidad media baja en de la región, la familia y el dinero son los factores que mayor inciden en la felicidad, en Chile es donde se le da mayor importancia a la situación económica, los chilenos están disconformes con su situación económica, pese a ser el país más rico de la región, con respecto al futuro, los chilenos son más optimistas que el resto, existe la percepción de que hoy somos más felices que en el pasado.

El hecho de la causa es que la felicidad es un gran tema humano, pero cuando se pregunta ¿que es la felicidad?, intervienen innumerables variables como la filosófica que dice: la felicidad se asocia a autorrealización-metas logradas, autosuficiencia-autovalencia, placer-en todas sus formas.

La filosofía oriental dice que la felicidad tendría relación con un estado de armonía interna que produce bienestar y perdura en el tiempo.
En la perspectiva religiosa occidental, la felicidad viene de la unión con Dios, cuya plenitud y satisfacción se logra después de la muerte. El cristianismo consagra la felicidad y sus sinónimos como, dichosos, bienaventurados, felices en las ocho sentencias piadosas que inician el sermón de montaña, llamadas popularmente “bienaventuranzas”, y el seguimiento y comunión con el Cristo resucitado a través del Espíritu Santo.

El camino musulmán a la felicidad estaría dado por la comunión y obediencia a Ala.

El Hinduismo, no obstante, tener una revelación divina distinta de la cristiana y musulmana, habla de la felicidad como un estado permanente de armonía interior que debe ser descubierto (iluminación) y que lleva a la vivencia natural de la felicidad. El budismo al no tener creador ni alma dice que la felicidad se alcanza al erradicar el anhelo ansioso, que contamina todo, si no se desea nada dicen se logra la plenitud, por que cada deseo se convierte en un esclavizador de la vida.

Algunos en la actualidad sostienen que la pirámide de Maslow todavía sería vigente por lo cual felicidad estaría asociada a la satisfacción de necesidades como las Fisiológicas, de seguridad de vida, afectos/filiación, reconocimiento, autorrealización, otros conectan la felicidad a la configuración de la identidad, como el status, el rendimiento, la apariencia.

¿Qué puede ser la felicidad? Pareciera que depende de la concepción de vida que se tenga, no es posible trazar un concepto general de las culturas y cosmovisiones del mundo respecto de la felicidad, algunos dirán: “la felicidad me la dio tu amor”, los judeocristianos la encuentran en Dios, aunque algunos la pasaron harto mal con creer en El, basta pensar en Jesús y su martirio, otros negar los deseos, el que nada desea es feliz dicen, (reconozcamos que hay algo de verdad en eso), otros la armonía interior, otros llegar a la cima de autorrealización, cumplir sus metas.

Sin el ánimo de definir (sacar del infinito), la felicidad, no pretendo ni podría, me gusta pensar en la felicidad como una cálida brisa caprichosa y pasajera que produce la vida interior en conjunción con circunstancias exteriores que comúnmente no controlamos.

José Hernán.