Meditaciones…
..Justo en Septiembre cuando el ciruelo comienza a florecer en el estacionamiento del edificio donde vivo, el sol abraza la tierra con mas intensidad, cuando todo comienza a resucitar se viene un nuevo duelo colectivo, tristes, melancólicos, quietos, taciturnos, reflexivos, sorprendidos, enojados por las posibles negligencias que acompañaron el accidente, trago amargo para muchos, anónimos, conocidos, simples ciudadanos, atletas, cultura, comunicadores, héroes de levantemos Chile.
Se siente la brisa de Santiago mas intensa, la atmosfera social está distinta, hay mas intensidad en las relaciones, hay mas silencio, un trisómico 21 se gana la vida pidiendo, una pareja camina de la mano con sus manos entrecruzadas, afirmándose quizás o diciéndose que quieren seguir caminando juntos, o un simple delicado cariño, no lo sé, unas chicas fuman fuera de la oficina conversan, ríen , los estudiantes decidieron marchar imitando el sueño de los que partieron en las alas de un ideal, Gabriel Valdés S. un chileno valiente, distinguido, consecuente nos dejó a los 90 y tantos, fui a la catedral a despedirlo, llaman a la unidad nacional, unos religiosos tratan de defender a Dios en este drama, aparecen los ¿por qué?, otros intentan dar explicaciones, buscarle un sentido, que no existe, miles de “viudas”, que no saben que hacer en las mañanas venideras sin su novio/amigui imaginario.
Los elevan a los altares de la santidad a los que murieron, parece que ayuda a mitigar el dolor pensar que fueron buenas personas, lo mas seguro que sea así, en Chile hay buenas personas, la teniente estrella con la sentencia que tenía que aterrizar en Juan Fernández si o si, no tenía combustible para volver aunque el general Laerrechea intente desmentirlo, hay mas desconcierto en los que pensaron por un momento que tenían el control de la vida, llaman a orar, el maquillaje se corre. el llanto es incontenible para muchos, cada persona es valiosa en si, desde los dos millones de personas en Ruanda que están sentenciados a muerte por el hambre si no se hace algo urgente, llama la atención en medio de todo el empresario Cubillos, se dedicó en cuerpo y alma a su sueño “levantemos Chile”, se puso el manto de Sor Teresa por amor no mas, ayuda a creer en la vida con personas como El.
Parece que el dolor cortó por lo derecho como un monstruo enloquecido, no respeto condición social, profesión, soñadores, solidarios, fabricantes de alas como personas de la cultura, atletas que parecían inmortales, estrellas de las comunicaciones, levantadores de este Chile con tantos postrados por la pobreza. Como un caballo desbocado el dolor entró al “Buenos días a todos” y arrancó de cuajo la rutina mañanera de decir: “buenos días a todos” y por un tiempo no serán muy buenos días, por varias razones hay personas que parecen eternas y cada día se piensa que estarán ahí, por la magia de la TV, se olvida que todas las relaciones humanas terminan en el dolor.
La vida tiene estos giros caprichosos, tan fuera de control, que paralizan y desconciertan, especialmente en una sociedad que no se reconcilia con el dolor, que piensa que el dolor siempre es malo, destructivo y letal, una sociedad que olvida que la vida humana se construye con dolor si sabe recibir, el mismo sol que ablanda la mantequilla endurece la arcilla y es el mismo sol, dependerá de cómo asumes tu dolor, que nos queda: luchar, creer, amar, posiblemente, se viene una cueca triste, tan triste como la cueca sola por el marido que no está, en tanto no se olvide que floreció el desierto, a simple vista había sólo piedras y arena, llovió y aparecieron las flores, la semilla siempre estuvo ahí sólo faltaba que lloviera.
Una buena canción para estos tiempos puede ser, Ángel de Silvio Rodríguez. del himnario de la vida.
José Hernán.
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