Brujas, videntes, paranormales, psíquicos, captadores de energías ocultas, master en espíritus malignos, están entronizados en la TV, de bajón la temática de sangre y sexo que tanto atrae el pueblo/masa, exprimidos hasta la saciedad los temas de las familias faranduleras, de pronto todos están dando un giro hacia lo místico, Ángeles por todos lados, detectores de energías tránsfugas etc.
La gente por lo común olvida que existe la coincidencia, los casos fortuitos, conjunción de circunstancia, nada mas, el pueblo mapuche es de cosmovisión espiritualista, el ruido, del kultrún, el galope circular hípico en el nguillatún es pa’ espantar los malos espíritus, el Gnechen es el espíritu mayor, una especie de Dios de los judeocristianos, la cosmovisión de las tribus africanas se explican la realidad de perfil espiritualista, la religiones indias también, los católicos han fabricado un purgatorio, un mundo espiritual, en religiosidad popular, existe este mundo “espiritual” y las visitas/presencias en el mundo de los vivos.
Si consultamos al Sensei de Galilea, nos encontramos con una cosmovisión humana, practica, luminosa, increíblemente simple, si bien a la sanidad de algunos endemoniados los evangelios llaman “espíritus”, hoy sabemos que eran alteraciones mentales de las personas, Jesús en su sermón del monte describió la realidad y los valores fundamentales, sin dar espacio a las especulaciones espiritistas, que la casa está cargada, que hay energía negativa, lo que Jesús develó fue la mala onda de la gente, como tenía una percepción afinada al máximo, captada las motivaciones ocultas, lo que maquinaban en su corazón, desnudó la hipocresía, en suma sacudió la alfombra, corrió la alacena movió los muebles y barrio atrás.
José Hernán.