viernes, 26 de febrero de 2010
Parra el lúcido irreverente...
Desorden en el cielo
(Nicanor Parra)
Un cura sin saber cómo
Llegó a las puertas del cielo,
Tocó la aldaba de bronce,
A abrirle vino San Pedro:
“Si no me dejas entrar
Te corto los crisantemos”.
Con voz respondiole el santo
Que se parecía al trueno:
“Retírate de mi vista
Caballo de mal agüero,
Cristo Jesús no se compra
Con mandas ni con dinero
y no se llega a sus pies
Con dichos de marinero
Aquí no se necesita
Del brillo de tu esqueleto
Para amenizar el baile
De Dios y sus adeptos
Viviste entre los humanos
Del miedo de los enfermos
Vendiendo medallas falsas
Y cruces de cementerio
Mientras los demás mordían
Un mísero pan de afrecho
Tú te llenabas la panza
De carnes y de huevos frescos
La araña de la lujuria
Se multiplicó en tu cuerpo
Paraguas chorreando sangre
¡Murciélago del infierno¡”
Despues resonó un portazo
Un rayo iluminó el cielo
Temblaron los corredores
Y el ánima sin respeto
Del fraile rodó de espaldas
Al hoyo de los infiernos.