¡Protégenos de los especulativos del sistema económico neoliberal!, por lo menos nos queda releer el Salmo 23.
Si el mercado es mi pastor,
siempre algo me faltará,
en sus fastuosos templos
me hará caminar sin reposo,
junto a las irresistibles ofertas
me rodeará,
me infundirá nuevos ánimos de comprar,
me guiará a través de liquidaciones
por amor a su lucro.
Aunque vaya por valles
de peligrosas deudas,
no siento temor alguno,
porque siempre habrá un crédito fácil a mi lado.
El poder repactar la deuda cuantas veces quiera
me confortará.
Preparan ante mí
un banquete de posibilidades de tener,
unges mis tarjetas, chequeras y dinero,
hasta rebosar de deudas.
Las necesidades infinitas y el consumismo
me seguirán todos los días de mi vida
y en los malls habitaré endeudado
para siempre...